Nuestro trabajo

 

“Le preguntaron un día al abad  Agatón: -¿Qué es mejor, el trabajo corporal o el cuidado interior del alma?-

Y respondió el abad:

-Los hombres son como los árboles: El trabajo corporal es como el follaje, la guardia interior del alma el fruto.

Por lo tanto como está escrito: ‘Todo árbol que no dé buen fruto será cortado...’ Mt 3,10).

Conviene pues poner todo nuestro empeño en el fruto, es decir en el cuidado del alma. Pero también tenemos necesidad de la sombra y de la belleza de las hojas, que son el trabajo corporal-

El abad Agatón era muy inteligente y laborioso. El mismo se abastecía de todo y, aunque muy asiduo en el trabajo, se contentaba con muy poco ...”              
(de “Las sentencias de los Padres del Desierto”)




volver