CAPÍTULOS DE LA REGLA



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Prólogo

Clases de monjes

Cómo debe ser el Abad

Consejo de los hermanos

Las buenas obras

La obediencia

El silencio

La humildad

Oficios nocturnos

Salmos nocturnos

Alabanza nocturna

Vigilias dominicales

Oficio de Laudes

Laudes feriales

Vigilias de los santos

El aleluya

Oficios durante el día

Salmos diurnos

Orden de los salmos

El modo de salmodiar

Reverencia en la oración

Decanos del monasterio

Descanso nocturno

Excomunión por faltas

Alcance de la excomunión

Faltas más grave

Separar excomulgados

Cuidar excomulgados

Si no se corrigen

Recibidos de nuevo

Corrección de los niños

Mayordomo del monasterio

Herramientas y bienes

La desapropiación

Recibir lo necesario

Los semaneros de cocina

Los hermanos enfermos

Los ancianos y los niños


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El lector semanal 

La medida de la comida

La medida de la bebida

La hora de las comidas

El silencio nocturno

Los que llegan tarde

Las satisfacciones 

Las equivocaciones 

Otras faltas

Anuncio de la oración 

El trabajo manual

Observancia Cuaresma

Los que van lejos

Los que no van lejos 

Oratorio del monasterio 

Recepción huéspedes

Cartas y regalos 

Vestido y calzado 

La mesa del Abad 

Artesanos del monasterio

Nuevos hermanos 

Hijos de nobles o pobres

Candidatos sacerdotes 

Monjes peregrinos

Los monjes sacerdotes

Orden de la comunidad

La elección del Abad

El Prior del monasterio

Porteros del monasterio

Los que van de viaje

Obediencia en imposibles  

No defender a otro

No golpear a otro

Obediencia mutua

El buen celo 

Esta mínima Regla                                                                                      


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