CAPÍTULO XXXIV

SI TODOS DEBEN RECIBIR IGUALMENTE LO NECESARIO

1 Está escrito: "Repartiese a cada uno de acuerdo a lo que necesitaba" (Hch 4,35). 2 No decimos con esto que haya acepción de personas, no lo permita Dios, sino consideración de las flaquezas. 3 Por eso, el que necesita menos, dé gracias a Dios y no se contriste; 4 en cambio, el que necesita más, humíllese por su flaqueza y no se engría por la misericordia. 5 Así todos los miembros estarán en paz.

6 Ante todo, que el mal de la murmuración no se manifieste por ningún motivo en ninguna palabra o gesto. 7 Si alguno es sorprendido en esto, sométaselo a una sanción muy severa.

 

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