Nuestro Monasterio fue fundado en el año 1938, por una petición hecha por los obispos de Chile al entonces abad de Solesmes Dom Cozien. Los monjes fundadores partieron de la Abadía de Quarr, en la isla de Wight (Inglaterra), dentro de los cuales se encontraba el Padre Pedro Subercaseaux, quien fuera el primer benedictino chileno. Desde 1956 el Monasterio se encuentra en su actual ubicación, a los pies de la cordillera, en un lugar privilegiado por su cercanía pero, al mismo tiempo, por su distancia de la capital.
 

Los habitantes de Santiago que buscan encontrarse con Dios en un ambiente de silencio, de recogimiento y de escucha de su Palabra en el canto del Oficio Divino, vienen al Monasterio especialmente a la hora de la oración vespertina, al ponerse el sol. También es muy requerida nuestra hospedería, actualmente sólo para hombres, donde el huésped vive unos días de silencio, compartiendo con los monjes la oración, la comida y recibiendo un acompañamiento espiritual si así lo requieren.


 

Nuestra Comunidad la formamos actualmente quince monjes, que vivimos según la Regla de San Benito, intentando ser fieles a lo que en ella nos dice nuestro padre fundador. La jornada transcurre en un pacífico equilibrio dado por la oración, el trabajo y la vida comunitaria. En la oración nos unimos al canto de alabanza que entona toda la Iglesia universal. En el trabajo compartimos las fatigas de los hombres en la construcción del Reino.

 
En fin, nuestro servicio a la Iglesia no pretende otra cosa que ser "un testimonio de vivencia gozosa del Evangelio"

Resurrexit